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La Corte dijo cinco veces sí

Con cinco votos a favor y cuatro en contra, los magistrados de la Corte Constitucional despenalizaron el aborto hasta las 24 semanas de gestación y mantiene las tres causales de la sentencia C355. Una decisión que pone a Colombia como país referente en materia de justicia y garantías de derechos para la mujer en América Latina.

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*Fotografía: Valeria Holguín – Movimiento Causa Justa

Los puños de las mujeres, adornados de pañuelos verdes, se alzaron con más alegría y orgullo el 21 de febrero, luego de que la Corte Constitucional diera por fin una respuesta frente a la despenalización del aborto.

Las voces y los gritos de cientos de mujeres que vistieron las calles de verde y morado fueron escuchados. No les dieron “aborto cero”, como muchas pedían, pero sí catalogaron esta como una decisión justa para que las mujeres en estado de vulnerabilidad puedan practicarse un aborto seguro. 

No se judicializará a la mujer que acceda a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) dentro de las 24 semanas de gestación y teniendo en cuenta que las tres causales van a seguir aplicando de la semana 25 en adelante: que el embarazo implique un riesgo para la salud física o mental de la mujer, malformación del feto o en caso de violación o incesto. 

Judith Botero es antropóloga y socia fundadora de la Red Colombiana de Mujeres por los Derechos Sexuales. A sus 74 años celebra la decisión de la Corte Constitucional y dice que esto se logró gracias a la movilización social feminista que se ha tomado a toda América Latina durante los últimos años. 

“La movilización, aparte de denunciar situaciones de violencia y el no cumplimiento de la norma, es una de las pocas posibilidades que  tienen las mujeres de conocer sus derechos y así exigir su cumplimiento desde el Gobierno y el Estado. Sin movilización es muy poco lo que realmente se logra y eso ha sido siempre”, comenta.

Para Paola Cañas, integrante de los colectivos feministas Bolívar en falda y 14 por Colombia, la movilización feminista en las calles fue un apoyo fundamental a las acciones jurídicas presentadas por Causa Justa y varios movimientos de mujeres a la Corte Constitucional, en las que pedían eliminar el aborto como delito en el código penal. 

“Es el apoyo de los diferentes colectivos en diferentes partes del país para hablar sobre este tema y hacer presión porque un plantón tiene el objetivo de hablar del tema, de realizar actos pedagógicos y el solo hecho de tener un pañuelo verde en un bolso abre una conversación multitudinaria. Y eso es lo que tenemos pendiente, porque este es un tema que se debe tratar desde el enfoque de derechos humanos y de salud pública, más allá de una opinión moral o religiosa”, agrega Paola. 

En su larga trayectoria en el movimiento social y feminista, Judith dice que ahora se está cosechando el trabajo de muchas mujeres y es una reinvindicación por los derechos sexuales y reproductivos de ellas, pero también, por un tema de salud pública. 

Y es que los derechos de la mujer tuvieron un retroceso durante la pandemia. Comenta Judtih que el encierro permitió que nuevamente recayera sobre la mujer las ideas machistas y patriarcales del cuidado, el aseo, la crianza y la responsabilidad de cumplirle sexualmente a un hombre. 

Durante los meses de octubre y diciembre de 2021, los nacimientos de bebés por parte de niñas menores de 14 años aumentaron un 31,5% frente al mismo periodo del 2020, según cifras del Dane presentadas el 14 de febrero. Esta misma institución señaló que durante todo el 2021, en Colombia nacieron 886 bebés de niñas entre los 10 y 14 años, y 91.215 adolescentes y jóvenes entre los 14 y 19 años fueron madres.

Judith Botero es antropóloga y socia fundadora de la Red Colombiana de Mujeres por los Derechos Sexuales. Fotografía: Melissa García

¿Qué sigue ahora en materia de derechos para la mujer?

Que Colombia diera este paso y se convirtiera en el primer país en despenalizar el aborto a las 24 semanas de gestación, es un logro que pone en el centro a la mujer y reconoce que el uso del derecho penal criminaliza a las mujeres que deciden ejercer autonomía y derecho sobre su cuerpo. Así lo señala Juliet Gómez, abogada feminista y directora de la corporación Colectiva Justicia Mujer, organización que hace parte de Causa Justa y quienes también presentaron una coadyuvancia a la Corte Constitucional hablando de por qué debía votarse a favor de la despenalización del aborto.

Aunque la alegría está latente, el trabajo aún no ha terminado. Sigue lo más difícil: pedir cumplimiento y garantías de acceso al aborto para las niñas, jóvenes y mujeres. Comenta Juliet que este es un paso fundamental en un país en el que el 24% de las mujeres condenadas tras la realización de un aborto eran menores de edad. 

Estamos hablando de oportunidades, de conocimiento de libertades, de derechos con las niñas y las mujeres más excluidas y discriminadas que no podían acceder a abortos libres y seguros y por eso es un gran logro. Lo que sigue ahora es evitar las barreras de acceso al aborto que han existido desde la sentencia C355 de 2006, que son de tipo institucional, subjetivo y un uso inadecuado del ejercicio de la objeción de conciencia; pero también un riesgo muy grande es la desinformación”, agrega Julieth. 

Para Diana Patricia Tovar, abogada de la Corporación Gea Jurigenerista, una organización dedicada a promover la igualdad y la justicia para las mujeres, otro de los retos que deja la emisión de esta sentencia es que exhorta al Congreso de la República para que legisle en pro de los derechos de la mujer. 

“La Corte Constitucional no tiene esa potestad, pero estos fallos dan unas órdenes muy concretas al órgano legislativo para que tenga en sus agendas propuestas frente a los derechos humanos de las mujeres. La Corte no solo le dice al Congreso que dé cumplimiento inmediato a la sentencia sino que se implemente una política pública para poder delimitar y que esta decisión se pueda aplicar de forma digna para las mujeres”, agrega Diana. 

Tanto Diana como Julieth coinciden en que lo importante acá es una pedagogía real y efectiva que permita que las mujeres conozcan que el aborto es un derecho fundamental y que las instituciones les garanticen de una manera efectiva el acceso a ese derecho. 

Cuatro en contra, cinco a favor

De los cuatro votos en contra por la despenalización del aborto, tres fueron proferidos por magistradas mujeres. La Agencia de Prensa del IPC le preguntó a cada una de las mujeres citadas en este artículo sobre esta votación y esto respondieron.

Judith Botero: ¿En quién ha recargado la cultura patriarcal y la exigencia del cumplimiento de la norma? En las mujeres. A las mujeres nos introyectan muchísimo más las normas patriarcales que a los hombres. Por eso yo pienso que muchas veces, a uno le duele que sean mujeres que tengan tantos derechos pero que al mismo tiempo tengan pensamientos tan oscurantistas frente a una situación tan clara como son los embarazos no deseados. Todavía piensan que las mujeres tienen que tener niños, nosotras no somos fábricas de niños. 

Paola Cañas: Es un tema muy complejo y en redes sociales se ve la indignación de algunas que resaltan que las mujeres que hacen parte de la Corte Constitucional no hayan podido votar por sus propios derechos humanos y por un tema de sororidad. No todas las mujeres son feministas y es entendible porque esto es una posición política que no es compartida por todas, pero lo que sí es relevante es que esto es un tema Derechos Humanos del que se debe hablar y conversar más para que las mujeres, más allá de decir si están a favor o no, respeten a las mujeres y personas gestantes que quieren acceder a sus derechos.

Julieth Gómez: Esto nos muestra que un cuerpo de mujer no necesariamente representa los intereses y los derechos de las mujeres. Es una pena porque dentro de las magistradas está Gloria Ortíz que ha liderado la comisión de género en la rama judicial y tiene fallos ejemplarizantes en temas relacionados con violencia, con discriminación. Todo el mundo está a favor de sancionar y de que las mujeres no sean víctimas de violencias físicas, psicológicas, pero cuando hablamos de la violencia institucional, obstétrica y a la justicia reproductiva, creo que ahí ya no todo el mundo está tan de acuerdo porque estamos hablando de otro tipo de temas que tienen qué ver con libertades y autonomía y con moralismos.

Diana Tovar: Eso me tomó por sorpresa, seguramente cuando salga el fallo podremos tener más claridad de las argumentaciones que establecieron estos magistrados y magistradas para salvar su voto. También es un momento para separar las apreciaciones jurídicas frente al hecho de ser mujeres. Tener un cuerpo de mujer no significa o no representa que las decisiones tengan un enfoque de género, pero no lo podemos asegurar porque no tenemos el contenido del fallo aún. 

Daniela Sánchez Romero
Periodista de la Universidad de Antioquia. Me interesan los tema de cultura, memoria, paz y derechos humanos.